Ir al contenido principal

Evolución Económica de Costa Rica (1990-2020)

 


Costa Rica es un país de América Central que se caracteriza por su estabilidad política, su democracia consolidada, su ausencia de ejército, su alto nivel de desarrollo humano y su compromiso con el medio ambiente. Su economía se basa principalmente en el sector servicios, especialmente el turismo, la tecnología y la educación, aunque también tiene una importante producción agrícola y una industria diversificada.  Se analizará la evolución económica de Costa Rica en las últimas tres décadas, a partir de los siguientes indicadores: el producto interno bruto (PIB) per cápita, la inflación, el gasto en investigación y desarrollo (I+D), el índice de complejidad económica (ICE), el gasto en educación, el balance comercial, la deuda pública, la inversión extranjera directa (IED), la inestabilidad política y el índice de transparencia. 
El PIB per cápita de Costa Rica ha experimentado un crecimiento sostenido desde 1990, pasando de 4962,1 dólares en ese año a 21693,7 dólares en 2020, lo que representa un aumento del 337%. Este incremento se debe al desarrollo del sector servicios, especialmente el turismo, que ha atraído a millones de visitantes extranjeros por la belleza natural y la biodiversidad del país, así como al fortalecimiento de la industria tecnológica, que ha generado empleos de alta calificación y valor agregado. Costa Rica se sitúa por encima del promedio de América Latina y el Caribe, que en 2020 fue de 10077,9 dólares, y se acerca al nivel de los países desarrollados, que en el mismo año fue de 43040,8 dólares.

En cuanto a la inflación ha mostrado una tendencia decreciente desde 1990, cuando alcanzó el 19%, hasta 2020, cuando se situó en el 0,7%. Este descenso se explica por la adopción de un régimen de metas de inflación por parte del Banco Central de Costa Rica, que ha implementado una política monetaria prudente y transparente, basada en el control de la oferta de dinero y el manejo de la tasa de interés. Además, la apertura comercial y la competencia han contribuido a moderar las presiones inflacionarias. Costa Rica ha logrado mantener una inflación baja y estable, comparable a la de los países desarrollados, que en 2020 fue del 0,8%.

El gasto en I+D  ha sido muy bajo en comparación con otros países, ya que solo ha superado el 0,4% del PIB en los años 2000, 2005 y 2010, mientras que el promedio mundial en 2018 fue del 2,2%. Este bajo nivel de inversión se debe a la escasa participación del sector privado, que solo aporta el 20% del total, y a la falta de articulación entre el sector público, el académico y el empresarial. No obstante, Costa Rica ha logrado desarrollar algunas capacidades en áreas como la biotecnología, la nanotecnología, la informática y la energía renovable.


El ICE de Costa Rica ha mostrado una evolución positiva desde 1990, cuando era de -0,139, hasta 2020, cuando fue de 0,384, lo que indica que el país ha diversificado y sofisticado su oferta exportable, pasando de productos agrícolas tradicionales, como el café, el banano y la piña, a productos industriales y de servicios, como los dispositivos médicos, los componentes electrónicos y el software. Costa Rica se ubica por encima del promedio de América Latina y el Caribe, que en 2018 fue de 0,005, y se acerca al nivel de los países desarrollados, que en el mismo año fue de 0,669.

El gasto en educación de Costa Rica ha sido elevado en comparación con otros países, ya que ha superado el 6% del PIB desde 2005, mientras que el promedio mundial en 2018 fue del 4,4%. Este alto nivel de inversión se debe al compromiso constitucional del país con la educación, que establece que el Estado debe destinar al menos el 8% de sus ingresos corrientes a este fin. Además, la educación es considerada como un derecho humano y un factor clave para el desarrollo social y económico. Costa Rica ha logrado avances significativos en la cobertura, la calidad y la equidad de su sistema educativo, que abarca desde la educación preescolar hasta la superior, y que cuenta con una amplia oferta pública y privada.

El balance comercial ha sido predominantemente negativo desde 1990, lo que significa que el país ha importado más de lo que ha exportado, lo que ha generado un déficit de divisas. Este déficit se debe a la alta dependencia del país de la importación de bienes intermedios, de capital y de consumo, especialmente de combustibles, maquinaria, vehículos y alimentos, que no han podido ser compensados por el aumento de las exportaciones de bienes y servicios. Sin embargo, el balance comercial ha mejorado en los últimos años, pasando de -6,9% del PIB en 1990 a 3,7% del PIB en 2020, gracias al dinamismo de las exportaciones, que han crecido a una tasa promedio anual del 7,6% desde 1990, y a la disminución de las importaciones, que han caído a una tasa promedio anual del -1,2% desde 2015.

 La deuda pública de Costa Rica ha mostrado una tendencia creciente desde 1990, cuando era del 18,61% del PIB, hasta 2020, cuando fue del 53,55% del PIB, lo que representa un aumento del 187%. Este incremento se debe al desequilibrio fiscal que ha enfrentado el país, que se ha caracterizado por un gasto público elevado y rígido, y unos ingresos fiscales bajos y volátiles, que han generado déficits fiscales recurrentes. Además, la deuda pública ha afectado la credibilidad y la sostenibilidad fiscal del país, que ha sufrido una serie de rebajas en su calificación crediticia por parte de las agencias internacionales. Costa Rica se encuentra entre los países más endeudados de América Latina y el Caribe, que en 2020 tuvieron una deuda pública promedio del 44,8% del PIB. 

La IED de Costa Rica ha sido relativamente alta en comparación con otros países, ya que ha oscilado entre el 2,8% y el 7,6% del PIB desde 1990, mientras que el promedio mundial en 2019 fue del 2,5%. Este alto nivel de atracción se debe a la estabilidad política y jurídica del país, a la calidad de su recurso humano, a su ubicación geográfica estratégica y a su régimen de incentivos fiscales y aduaneros para las zonas francas. Costa Rica ha logrado captar IED de sectores de alto valor agregado, como los dispositivos médicos, los servicios empresariales, la tecnología de la información y la comunicación, y las energías renovables.

La inestabilidad política es muy baja en comparación con otros países, ya que en 2019 fue de 1,38 sobre 5, según el índice de inestabilidad política del Banco Mundial, que mide el riesgo de que ocurran eventos como golpes de Estado, guerras civiles, protestas violentas o ataques terroristas. Este bajo nivel de inestabilidad se debe a la consolidación de la democracia costarricense, que se ha caracterizado por la alternancia pacífica del poder, el respeto a la separación de poderes, el pluralismo político, la participación ciudadana, el control social y el diálogo nacional.

El índice de transparencia de Costa Rica ha sido moderado en comparación con otros países, ya que en 2020 fue de 54 sobre 100, según el índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional, que clasifica a los países de acuerdo con su nivel de corrupción, siendo 0 el más corrupto y 100 el más transparente. Este nivel de transparencia se debe a la existencia de un marco legal e institucional que promueve la prevención, la detección y la sanción de la corrupción, así como a la existencia de una sociedad civil activa y vigilante, que denuncia y exige el combate a la corrupción. Sin embargo, Costa Rica también enfrenta desafíos para mejorar su transparencia, como la debilidad de los órganos de control, la falta de independencia judicial, la influencia del poder económico en la política, y la persistencia de casos de corrupción que afectan la credibilidad y la confianza de la ciudadanía.

En conclusión, Costa Rica ha experimentado una evolución económica positiva en las últimas tres décadas, que se refleja en el crecimiento de su PIB per cápita, la reducción de su inflación, la diversificación y sofisticación de su estructura productiva, el aumento de su inversión extranjera directa, y la preservación de su estabilidad política y su transparencia. Sin embargo, Costa Rica también enfrenta desafíos para consolidar su desarrollo económico, social y ambiental, como el aumento de su deuda pública, el déficit de su balance comercial, el bajo nivel de su gasto en I+D, el rezago de su gasto en educación, y la persistencia de casos de corrupción. Para superar estos desafíos, Costa Rica debe fortalecer su política fiscal, impulsar su competitividad, fomentar su innovación, mejorar su calidad educativa, y profundizar su lucha contra la corrupción.







Comentarios

Entradas populares de este blog

Disculpas y Consecuencias en la historia económica

      En la intersección entre la historia y la economía, surge un tema candente: las reparaciones históricas. Este concepto, a menudo asociado con las injusticias del pasado, plantea preguntas cruciales sobre la pertinencia de exigir disculpas y compensaciones en el ámbito económico. En esta entrada, exploraremos casos específicos en los que se han solicitado reparaciones, evaluando la relevancia de estos reclamos y las implicaciones que tienen para las relaciones internacionales.      El debate sobre las compensaciones por la esclavitud en Estados Unidos ha cobrado fuerza, con defensores argumentando que es crucial abordar las injusticias históricas y las desigualdades económicas persistentes. Estos defensores buscan hacer justicia a los descendientes de esclavos, considerando las compensaciones como una forma de reparación social y reconocimiento simbólico de los impactos duraderos de la esclavitud.      Sin embargo, los críticos plantean desafíos de implementación, destacando probl

El Mapa de un Cambio Global

           En el rincón histórico de la posguerra, la sombra del Tratado de Versalles se proyectaba sobre un mundo que buscaba estabilizarse tras los estragos de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, un fenómeno económico y político estaba a punto de sumir a Alemania en una de las crisis más devastadoras de la historia: la hiperinflación de 1923 .      Los líderes mundiales, tras la Gran Guerra, se esforzaron por reorganizar el orden económico y financiero. En este contexto, el mercado de bonos emergió como una fuerza poderosa, donde la deuda se convirtió en un instrumento de control y poder, especialmente a nivel internacional. La élite financiera, destacada en la City de Londres, mantuvo un control sustancial sobre la economía y la política, pero la estabilidad se vio amenazada por la Primera Guerra Mundial.      La guerra trajo consigo cambios en las dinámicas económicas, y Alemania, privada de acceso al mercado internacional, se financió principalmente a través de su banco centr

La Teoría Cuantitativa del Dinero

LA TEORÍA CUANTITATIVA DEL DINERO El Triunfo del Dinero El mundo financiero y económico es un complejo entramado de teorías y conceptos, cada uno crucial para comprender cómo funciona nuestra sociedad. En el corazón de este sistema se encuentra la teoría cuantitativa del dinero, una pieza fundamental que ha sido objeto de debate y análisis a lo largo de la historia económica. Este artículo busca adentrarse en los entresijos de esta teoría, explorando su evolución a lo largo del tiempo y su relevancia en el panorama económico actual. Los cimientos de la teoría cuantitativa del dinero se remontan a los pensadores económicos clásicos, encontrando un referente destacado en las reflexiones de David Hume en el siglo XVIII. Hume postuló la idea de que un aumento en la cantidad de dinero en circulación en una economía conlleva inevitablemente un aumento proporcional en los precios de bienes y servicios. Esta teoría, a través de los trabajos de economistas notables como John Stuart Mill y otr